Como suele ser habitual en estas fechas hay un trasiego inusual de reyes por doquier. Estos que entraron en la letra B eran altos y hermosos (procedían de países sin ningún tipo de crisis). La expectación fue subiendo y bajando según amenazaban con entrar o no.
Durante la visita hablaron en un castellano muy fluido ( eso si que es magia) y estuvieron haciéndose una foto divina con los que quisieron. Al fondo las pobres ayudantes, sujetaban paciéntemente los caramelos y golosinas.
Ya sabéis siempre detrás de una excelente ayudanta hay un buen rey.
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