Como
me gustan mucho las alcachofas y deberían ser las reinas de la cocina
durante los meses de invierno, os pongo una receta a mi antojo que da
un acabado interesante, oriental y distinto ( creo yo).
Ingredientes:
1Kg de alcachofas (en marzo, las cordobesas, son esféricas y chiquitas)
Sal
Agua
(para el rebozado)
2 huevos.
Ajonjolí (sésamo).
Comino recién molido.
Un poco de pan rallado
“Al tema”
Así
que con las alcachofas medio limpias las pones en la olla (así te
ahorras el limón…siempre limón para blanquear las alcachofas….hay otras
maneras que no dejen sabor, por ejemplo, limpias las hojas más
exteriores sin llegar a profundizar, cortas el medio rabito, lo limpias y
pegas un corte a las alcachofas en las puntas, una a una las vas
metiendo en la olla con el agua hirviendo ( poco agua). Añades sal, la
cierras y se hacen en un momento. Yo las dejo un poco al “dente” para
que se puedan manejar.
Luego, las termino de limpiar y quedan blanquitas sin necesidad de
limón.
Partidas
en dos trozos, pues lo hago con alcachofas chicas, paso a especiarlas
con comino recién molido, las hecho en huevo directamente ( probé con
harina y no valía la pena) y después la envuelvo con el ajonjolí y el
pan rallado juntos. (4 a 1 gana el sésamo)
Una
vez hecho esto, se pasa a una bandeja del horno. Una vez las freí y el
ajonjolí se convertía en un crepitoso volcán. Así pues las dejo en el
horno, bien ordenaditas, alrededor de 10- 15 minutos, 200º en posición
arriba/abajo
Y así, calientes, les hecho un pelín de miel a cada una.
Cuando te la metes en la boca entiendes por qué las puse ese nombre...¡ábrete sésamo!
La vida sigue.
